¿Cómo perder el miedo a mirarte en el espejo?

espejito1.jpg

Una de las cosas más duras en mi día a día es mirarme al espejo y no gustarme. Lo natural con el paso del tiempo es verte con más kilos, menos pelo… esto va de otra cosa. Tu cuerpo cambia en otro sentido y enfrentarse a un espejo puede llegar a ser aterrador, en mi caso fue así.

El volverme a mirar en los espejos no ha sido un proceso fácil. Siempre he sido bastante cuidadoso con mi imagen, me ha gustado vestir actual, cuidarme e ir al gimnasio para estar bien físicamente pero sin embargo nunca me ha gustado verme en las fotos, siempre encontraba algo que no me gustaba. Los tratamientos me provocaron cambios. Después de la quimioterapia se me deshinchó la cara y me volvió a crecer el pelo. Pero me quedaron las secuelas de movilidad de las que he intentado rehabilitarme. Las que sé que no recuperaré.

Durante mucho tiempo no he dejado de compararme con los demás. He considerado a los otros cómo “normales” y me he llegado a sentir inferior o a no estar a la altura. He estado esperando que sean los demás los que me dieran la seguridad en mí mismo, que había terminado de perder por el camino.

No sólo ha sido necesario que pasara tiempo para que me acostumbrase a mi nuevo yo, sino que ha sido fundamental un trabajo de cuestionar mi imagen para aumentar mi autoestima. ¿La idea que tengo sobre mí mismo es real? ¿Cómo me veo en el espejo es cómo me ven los demás? Si algo he aprendido es a no dejar de buscar aspectos positivos en mí que no dejen de sumar. A conocerme más a mí mismo y ser consciente de mis virtudes y mis defectos que podrian ser como las de cualquiera. Me he llevado sorpresas al ser consciente de que la gente ve aspectos positivos en mí que yo no tenía en cuenta.

A día de hoy sigo teniendo algún episodio en el que, si me veo reflejado en un espejo, me sigue resultando difícil de digerir. Lo reconozco. ¿Quiere decir que no me he aceptado del todo? Posiblemente no. Es un ejercicio diario que probablemente tendré que hacer el resto de mi vida.

Sergio Elucam

 

 

 

El día en que tu vida cambia

Ese día empecé a notar que una pierna me flojeaba en el gimnasio. Y en los días siguientes, poco a poco,  perdí la movilidad de los dedos del pie.
Entré en el hospital para unas pruebas porque, en un primer momento, se pensó en un pinzamiento en la columna.
Todo dio un giro cuando avisaron a la neuróloga de guardia para un reconocimiento. Con el simple roce de un objeto punzante por la planta del pie, los dedos se extendieron hacía arriba bruscamente. Uppssss…
Los médicos detectaron que el problema estaba en el sistema nervioso central.
Recuerdo, en ese momento, mirar la cara de mi padre, el hombre más positivo que conozco, buscando un alivio. Pero no. Le vi un tanto desencajado y ahí me empecé a preocupar.
A partir de ese momento, vas siendo consciente de que tu vida va a cambiar de manera vertiginosa.
Al poco, me hicieron un TAC. El diagnóstico inicial, un tumor cerebral.
No olvidaré nunca esa noche, la peor de mi vida. La soledad de una habitación de hospital, con algo que invadía sin control mi cabeza, sin saber cómo afrontarlo ni hacia dónde me llevaría. ¿Qué hago aquí? ¿Por qué a mí? Esa infinidad de preguntas que no te llevan a nada pero que no puedes evitar hacerte una y otra vez.
Después de unos crueles meses de pruebas, angustiante incertidumbre, una serie de ataques epilépticos y una progresiva parálisis de mi mitad derecha, vinieron los tratamientos. Unos meses no muy agradables, la verdad.
Te acabas aprendiendo el retorcido nombre de tanto repetirlo, “Inflamación-pseudotumoral-de-carácter-autoinmune-en-el-córtex-cerebral-izquierdo”, así lo llamaron. Un caso extraño y de origen desconocido.
Pues eso, que un día te toca y para qué vamos a darle más vueltas. (qué fácil es decirlo y lo mucho que te lleva hasta que lo interiorizas)
Han pasado ya 10 años. ¡A punto de los 40!

Sergio Elucam

 

Todo lo que necesitas para llevar tu mitad al cuadrado

Presentación del blog

brujula2

Comienzo mi primer post y sobretodo este blog con la única pretensión de, a la vez que exploro mi interior, mis sensaciones y en definitiva quién soy ahora a raíz del giro de casi 360 grados que un día dio mi vida, plantear un mensaje de cómo los seres humanos somos capaces de adaptarnos a las múltiples dificultades que se presentan en el día a día y en concreto en el momento en que por diferentes circunstancias uno ve sus capacidades limitadas. Por eso la idea de potenciar otras capacidades (en mi caso mi mitad) al cuadrado para contrarrestar las carencias que en un determinado momento se nos puedan plantear. Este blog no va dirigido a un público concreto, porque todos nos hemos sentido alguna vez incompletos, porque tenemos a alguien cercano que ahora necesita ayuda, porque nos cruzamos en la calle con alguien que se maneja con alguna dificultad.

Compartiré a través de mis post que cosas me han ayudado en mi camino vital: profesionales con los que he contado y sigo contando con ellos, direcciones de interés, lecturas, artilugios, utensilios y trucos de los que me valgo para hacer mi día a día más fácil.

Os contaré como la gente que nos rodea puede contribuir a nuestra evolución y en definitiva a hacer nuestro camino más sencillo porque todos necesitamos ayuda.

Sergio Elucam