Los médicos dicen que nunca voy a mejorar o entrar en remisión… no me voy a dar por vencido, pero quiero hacer que los demás se den cuenta. Una siesta no ayuda, no soy perezoso, estoy tomando medicamentos, lucho con el dolor, los problemas de movilidad y la fatiga todos los días. La parte más frustrante es que la gente me mira y dice: «no puedes estar tan mal, te veo bien» a pesar del hecho de que mi cuerpo está experimentando un dolor insoportable por todas partes.
Me disculpo si no voy a eventos a los que me encantaría asistir, un día entenderás mis luchas diarias.
Esta enfermedad me afecta físicamente, mentalmente y emocionalmente.
Necesito tu apoyo y no tu juicio .
Necesito que algún médico tenga la suficiente empatía con el enfermo y no lo desahucie sin el más mínimo sentimiento.
Me veo en la necesidad de enviar esta carta para que la lean todas aquellas personas que están en mi misma situación, para luchar juntos por «una vida» mejor y más gratificante.
Anonimo